A 4 días de las 3 entregas finales, se abre una pequeña oportunidad para descansar. Hasta el sol está de nuestro lado esta vez.
Así que, tirado en el pasto y con los oídos llenos de notas, me dejo llevar a donde sea que la música me quiera llevar. Debo aprovechar uno de los pocos respiros que me da el curso actual.
El suflé hace de las suyas una vez más.
Una voz muy tranquila que por momentos llega a parecer hombre (es hombre)
Una batería que sube. y sube. y sube. y sube. y sube. y sube. y cuando crees que no puede subir más, entra la voz que te obliga a cerrar los ojos y escuchar con atención. Tu no te vas a hundir, pero debes dejarte llevar, tal como dice la voz.
Abres los ojos y observas a los demás. Estas consciente de que te están hablando, pero no puedes escuchar lo que están diciendo. Nada puede competir contra esto. En la posición horizontal en la que te encuentras, lo más natural es llevar la vista hacia arriba, donde encuentras un cielo tan azul que da gusto. La sonrisa en tu rostro no se hace esperar y te das cuenta con alegría de que, por unos momentos, estás completamente relajado y listo para lo que viene.
Don't Let Your Heart Break, This Is Your Finest Hour.
1 comentario:
Si, esa canción hace eso.
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