en base a esos momentos y a esos objetos, calificamos a todos los demás y damos nuestra opinión de todos los temas que nos rodean.
yo... yo no puedo ir a un concierto sin acordarme de la presentación de daft punk en el palacio el 31 de octubre del 2007. A pesar de lo extraña que fue esa época de mi vida(entrenamientos y personas realmente nocivas), y a pesar de casi quedarme dormido a medio espectáculo, es una de las cosas más sorprendentes e impresionantes que he visto.
ahora voy a un concierto y aunque yo no lo quiera, cierta parte de mi cerebro lleva a cabo la comparación con lo visto esa noche de hace ya casi un año...
salgo de mi casa un jueves por la noche con una hora de retraso y en el camino a la estación del tren ligero me siento un poco como Forrest Gump cuando traía en las piernas esos horribles aparatos que no lo dejaban correr. Las recientes sesiones de ejercicio me dejaron muy adolorido en una semana no apta para dolores en las piernas. Correr para remediar el retraso trae mucho dolor que francamente no estoy dispuesto a soportar. el camino en el tren ligero y posteriormente en el metro se hace eterno, ni siquiera la música que traía me tranquilizaba. Estaba a punto de ver a una de mis bandas favoritas de la actualidad y llevaba más de una hora de retraso, isra se estaba volviendo loco buscando un lugar de estacionamiento. Finalmente llego a la estación Allende y salgo corriendo, encuentro la calle 5 de mayo y sigo corriendo, llego al Zócalo y me detengo súbitamente, algo está mal, yo debería estar en Bellas Artes, no en Catedral...
La calle era la correcta, la dirección que tomé no. Así que corro de regreso y busco el numero 7. la larga fila de gente vestida con colores brillantes y tenis de moda me indicó que estaba en el lugar correcto y a la hora correcta, solo faltaba encontrar al isra, y ahí lo vi, con sudadera de colores brillantes y tenis no tan de moda, esperando pacientemente y viendo pasar a las chilangas que se dejaron ver bien.
el concierto empezaba una hora mas tarde de lo que yo creía, confundí los horarios del jueves y del viernes, así que en realidad solo llegué media hora tarde pero nos dejaron pasar una hora después de lo señalado en el boleto.
el lugar era pequeño, lleno de columnas y con el escenario en el lugar menos visible posible. la cerveza costaba 40 y te daban la botella de vidrio, raro para un concierto.
los diyeis amenizaban el lugar con casi pura música buena y nosotros nos dedicábamos a beber cerveza y criticar a los demás.
cuando fuimos a la barra por la tercer cerveza de la noche llegó el grupo al escenario, decidimos pedir dos cervezas de una vez para aguantar el rato y regresamos a la pista de baile, que de baile no tenía nada porque era muy pequeña para la cantidad de gente que había y no se podía bailar de ninguna manera conocida.
el bajo empezó a sonar y entonces todo valió madres
el sonido estaba como debe ser, fuertísimo, y la banda tenía a todo el mundo brincando sin parar. No faltó el tarado que creía que estaba en su sala y no quería que los demás lo tocáramos. acabó saliendose bastante empapado de MI sudor.
la banda fue todo lo que yo podía esperar, tal vez faltó por ahí una que otra canción pero me dejaron muy contento.
pasó como una hora sin banda y la mucha gente se escapó del calorón que ya se sentía en el lugar. entonces salieron de nuevo los hermanos dewaele y empezaron con su diyeiset, y todo valió madres otra vez, y yo me logré colar casi hasta en frente para verlos mejor mientras le movían a las palanquitas y a los botoncitos de sus aparatitos y gritaba y cantaba y brincaba harto y me divertía como últimamente no lo hacía.
una hora después se hartaron de pelear con una de las consolas y acabaron su espectáculo.
nadie se dio cuenta de que se acabó a fuerzas
no hubo chiflidos ni quejas, mucha gente se salió ordenadamente y otros tantos nos quedamos a bailar un rato más con el nuevo diyei, que resultó muy bueno para seleccionar la música pero pésimo para controlar el volumen de salida de sus aparatos. 5 días después todavía tenía en los oídos el zumbido ese que se le salió de control a medio set.
bajé las escaleras del lugar con mucha dificultad por los calambres que traía atorados en las piernas y en los oídos.
llegué a casa a las 4 15 y tenía clase a las 7.
obviamente no llegué
....................PART
OF
THE
WEEKEND
NEVER
DIES
(even when it wasn't part of the weekend)
todo madreado y somnoliento llegué a la escuela una hora tarde, para enterarme de que no tenía la segunda clase y que podía descansar un poco para ver a kanye west en la noche con más energía que la que dan 3 horas de sueño
3 comentarios:
Debo reconocer que a veces me gusta cuando el cuerpo me duele así por hacer ejercicio... pero sólo a veces.
*esperando la continuación
definitivo que buen concierto
digo el de aca se devio parecer un poco creo
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